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Exposición "Cuentos, cuentistas e ilustradores"

Llibros infantiles conocidos como "Libros muñeco"

Apartado dedicado a las mujeres cuentistas Celia Fortun, Merce Llimona o Lola Anglada

Apartado dedicado a Cucut, a los

Apartado dedicado a Walt Disney

CUENTOS, CUENTISTAS E ILUSTRADORES

Tradicionalmente los cuentos eran transmitidos vía oral, pero a raíz de las impresiones de principios del siglo diecinueve cobran vida propia y animada gracias a que, con la incorporación de ilustraciones, y coincidiendo en el tiempo con los inicios de la escolarización de los niños, acaba empleándose como herramienta pedagógica: este género literario, a pesar de ser considerado menor, facilitaba la aproximación del niño al mundo del aprendizaje por la vía de la fantasía y de la imagen.

 

Si en el decurso de su historia, la literatura infantil ha sufrido altibajos en función de las circunstancias político-económicas de cada país, en los últimos años, ha experimentado un im-pulso considerable presente en la proliferación de ediciones y en la ampliación de la sección infantil en las bibliotecas públicas, al tiempo que disfruta de un amplio eco mediante las narraciones de cuentos y las campañas con programas de atención al niño, como “Nacidos para leer”.

 

Bajo el apelativo de cuento se incluyen diferentes relatos breves con diversidad temática: fantásticos, folklóricos o tradicionales, de aventuras y viajes, morales, religiosos, pedagógicos…, editados con materiales sencillos o presentados en función de la fantasía del ilustrador y del poder adquisitivo del comprador, como libros-juego, libros-objeto, cuentos con láminas en movimiento o plegables, los nombrados pop-ups, los troquelados o los cuentos miniatura.

 

La muestra de la Biblioteca del Castell de Peralada quiere rendir homenaje a los que han participado en la historia del libro infantil: los recopiladores, los autores, los ilustradores, los impresores y las editoriales.
Se inicia el recorrido con una selección de obras históricas de fabulistas como Esopo, Iriarte, Samaniego o La Fontaine, reco-pilaciones de cuentos anónimos orientales como las “Mil y una noches” que tanto influyeron en la obra de Andersen, obras de pequeño formato destinadas a la pedagogía y antologías de cuentos como las realizadas por Terenci Thos i Codina, Joan Amades o Ramon Menéndez Pidal.

 

Versiones de grandes cuentistas como Charles Perrault con-siderado el padre de la literatura infantil; los hermanos Grimm recopiladores de cuentos tradicionales; Hans Christian Andersen recopilador y autor, y grandes ilustradores como Rackham, Walt Disney, Pinchon, Hergé (pseudónimo de Georges Rémi y creador de Tintín), Bartolozzi (el introductor de Pinocho en España), o Penagos, asiduo colaborador de la editorial Calleja.

 

La presencia de la mujer como ilustradora y cuentista queda representada con la conocida Comtesse de Ségur (Sophie Rostopchine) quien se inició en el género ejerciendo de abuela; Elena Fortún (pseudónimo de Encarnación Ara-goneses) creadora del personaje Celia y su círculo familiar formado por Cuchifritín y Matonkiki; Lola Anglada; Maria Claret; Mercè Llimona; Pili Blasco; Elvira Elias; Leonor del Corral y Mary Greenwalt, entre otras. Queda reflejada en ella también la importante tarea de las editoriales como Maucci, Juventud, Araluce, Sopena, Maravilla o Molino. Mención especial merece la editorial Calleja, por su gran contribución a la edición de cuentos y su popularización.

 

Destacamos los ilustradores catalanes vinculados a El Patufet: Joan Llaverias, Gaietà Cornet, Joan García-Junceda, Clovis Eimeric (pseudónimo de Lluís Almerich), los hermanos Folch i Torres, y Ramon Folch i Camarasa. Y tendremos ocasión de ver héroes y heroínas como Don Quijote de la Mancha, la bretona Becassine, Tintín, Massagran, Patufet, el Principito, Celia, Mickey, Dumbo, Los tres cerditos.

 

La sociedad del bienestar, las nuevas corrientes pedagógicas y las nuevas tecnologías han permitido que nunca se hayan invertido tantos medios en la literatura infantil como en las últimas décadas. Esperamos que algunos ejemplares superen las vicisitudes del tiempo y quedan preservados para las futuras generaciones.