CERVANTES, 400 AÑOS
La colección cervantina iniciada por Miguel Mateu Pla (1898-1972), con 5.000 volúmenes es una de les más importantes en manos privadas; de entre estos, más de un millar corresponden a las diferentes impresiones y traducciones de El Ingenioso Hidalgo don Quixote de la Mancha, considerada la obra más importante de la literatura universal.
Con la exposición de hogaño, la Biblioteca del Castillo de Peralada se suma a las manifestaciones conmemorativas dedicadas a Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616) en el cuarto centenario de su muerte, con los objetivos de mostrar los principales tesoros bibliográficos de la colección cervantina peraladense, difundir la obra cervantina en su totalidad así como la iconografía generada, y dar una visión de la universalidad de la lengua española.
El visitante tendrá ocasión de ver la interpretación del caballo imaginario Clavileño, obra del artista Antoni Federico, que da la bienvenida a la exposición bibliográfica y museográfica y, a continuación, pasearse por la literatura del Siglo de Oro, coetánea del escritor, gozar de la explicación de diferentes episodios de su vida como la participación en la Batalla de Lepanto o de su cautiverio y comparar múltiples interpretaciones figuradas de su retrato.
De entre las ediciones del Quixote –diferenciando las más populares de los siglos XVI i XVII de las más suntuosas aparecidas a partir del siglo XVIII- hay que resaltar el ejemplar más antiguo que corresponde a la edición valenciana de 1605; la edición príncipe de la segunda parte impresa en Madrid el 1615; la primera y segunda parte de la de Barcelona de 1617 o la segunda parte apócrifa, escrita bajo el pseudónimo de Alonso Fernández de Avellaneda (Tarragona, 1614). Entre las obras monumentales se muestra la editada en castellano en Londres en 1738, la de la Real Academia de Joaquín Ibarra de 1780 y la de Madrid de Sancha de 1797.
Otros tesoros que se podrán contemplar corresponden a las ediciones de La Galatea, de las Novelas ejemplares, Numancia, o bien de la novela póstuma Persiles y Segismunda.
Como biblioteca especializada en historia del arte se mostrará la evolución iconográfica de los protagonistas de la novela – Don Quixote y el escudero Sancho Panza – y de las escenas más representativas, y se comprobará la plasmación de esta iconografía en algunas obras de arte en diferentes técnicas como el óleo de Sert; las acuarelas de Tusell; los grabados de Coypel, los de Van der Banck, los de José del Castillo, los de Johannot, los de Doré o los de Pinelli, o bien las litografías de Salvador Dalí. La iconografía cervantina fue una de las primeras en entrar en el mundo del merchandising y todavía se mantiene.
Otros aspectos desgranados en la exposición son la repercusión y rápida difusión de la obra cervantina en el mundo gracias a las numerosas traducciones a las más diversas lenguas y mediante la adaptación del texto para niños y adolescentes.
No se ha querido prescindir de mostrar rarezas y curiosidades, algunas únicas, como la dedicatoria quijotesca de Salvador Dalí a Miquel Mateu – dibujo que se ha convertido en el logotipo de las actuaciones del Grup Peralada –, a quien define como “Quijote de Portlligat”, el manuscrito en armenio o las impresiones sobre corcho realizadas en la villa bajo ampurdanesa de Sant Feliu de Guíxols.
Inés Padrosa Gorgot
Bibliotecaria